“Por no querer bajar nunca del guindo, por nuestro trato con las musarañas, porque he perdido, pero no me rindo, sigo dando caña... sigamos en las nubes”.
La letra de esta famosa canción del mítico grupo malagueño Tabletom (que no nos falten nunca) me sirve en esta ocasión de preámbulo para una reflexión que, de forma recurrente, ha venido a mi mente en estos días: En estos tiempos en que todo se consigue a través de un click, que todo se hace a golpe táctil en pantalla, que la tecnología alcanza y abarca todos los aspectos de la vida y que incluso está haciendo que las relaciones interpersonales se vean cada vez más diluidas y difuminadas, el deporte, prácticamente cualquier deporte, emerge como una isla, como un oasis sí se me permite la expresión, en el que la inmediatez y lo efímero de nuestro tiempo no tienen cabida y en el que las reglas de esto que venimos llamando Siglo XXI cambian.
La fórmula para disfrutar del deporte, para evolucionar y mejorar en su práctica, para lograr éxitos deportivos y para alcanzar las metas que nos propongamos en esta materia, siguen siendo las mismas que cuando yo era niño, en aquellos tiempos en los que no peinaba canas como ahora, y acudía a los Campeonatos de Andalucía con unos nervios y una ilusión enormes por competir, por encontrarme con mis amigos de otras provincias, por disfrutar con todos mis amigos/compañeros de Málaga y para vivir una experiencia extraordinaria. En aquellos tiempos nuestro actual presidente de la Federación Andaluza de Ajedrez, Don Francisco Javier Rubio Doblas hacía las veces de Delegado de Málaga, ahí empezó a cultivarse nuestra amistad que ha llegado hasta nuestros días y espero que aún nos queden muchísimos días más que disfrutar de ella.
Como digo, la formula sigue siendo la misma: se requiere de mucha ilusión, muchas ganas, mucho esfuerzo, mucho trabajo, mucha paciencia y mucha constancia para alcanzar las metas y los éxitos deportivos; y estas cualidades no han de tenerlas y cultivarlas únicamente los deportistas propiamente dichos, también las tienen que aplicar adecuadamente los monitores y entrenadores de esos deportistas, sus familiares y amigos, los responsables federativos y todos los agentes implicados en el deporte.
En eso que últimamente se viene llamando “ajedrez moderno” donde módulos, retransmisión de partidas en tiempo real, videos-tutoriales y toneladas de información al alcance de la mano dan la falsa ilusión de que un deporte tan mágico, maravilloso e inabarcable como el ajedrez puede parecer sencillo y dominarlo con maestría es posible con “relativo” poco esfuerzo, adquieren una enorme importancia aquellas cosas que yo suelo denominar “los elementos intangibles del ajedrez”, es decir, todos aquellos factores que son muy difíciles de controlar por los módulos y por la tecnología: los nervios, las sensaciones que te transmite la partida, el entendimiento de tipo de juego y de jugadas que suele utilizar nuestro rival, la capacidad para conseguir analizar bien la posición y tomar una buena elección de los movimientos, de elaborar un plan pensando en los posibles contraataques, de controlar las jugadas intermedias, de entender la diferencia entre ser y hacer, de ir sumando pequeñas ventajas, de aplicar adecuadamente la tercera ley de Newton, de no caer en el pecado de la relajación, de perseverar y pelear cada partida, y algunas más, no son simples lances o detalles de nuestro deporte, sino que son aplicaciones prácticas que nos pueden ayudar en nuestro día a día y durante toda nuestra vida, características todas ellas que la tecnología, por muy buena y avanzada que sea, no puede transmitir.
Y allí que nos fuimos toda la expedición malagueña formada por 64 valientes jugadores/as representando a 15 clubes de toda la provincia de Málaga, sus familiares, acompañantes y responsables federativos, conformando una de las mayores representaciones del torneo, para las extraordinarias instalaciones del hotel Evenia Zoraida Garden de Roquetas de Mar, en Almería, donde una vez más, y ya van muchas, fuimos recibidos con gran cordialidad y hospitalidad por el Delegado de Almería, Don Miguel Álvarez, y el vicepresidente 1a de la FADA, Don Javier Garrido, comandados, como jefe de expedición, por nuestro Delegado Provincial Don Pablo Guirado Castillo acompañado de nuestro secretario de la delegación Don Alberto Loriente Cequier y como delegados de Málaga en la competición Dariana Cortizo Pantaleón y un servidor que anda aquí dándole a las teclas.
Nuevamente la expedición malagueña ha sido un ejemplo de unidad, deportividad y camaradería durante toda la celebración del torneo, aspectos estos básicos y esenciales en los éxitos cosechados, que sitúan a la provincia de Málaga en la vanguardia del ajedrez y en ejemplo a seguir en Andalucía tanto a nivel competitivo, como a nivel deportivo.
De nuestros deportistas, en general, únicamente podemos decir que estamos muy orgullosos de ellos, han tenido una actitud, una entrega, un compañerismo y una deportividad excepcionales y, por méritos propios, son un ejemplo a seguir en toda Andalucía. Por mi parte no he visto ni un mal gesto, ni un mal semblante ni ninguna mínima falta de deportividad de ninguno de ellos, y estas son, a mi juicio, las mejores palabras que se pueden decir de un deportista. Hemos tenido nuestros momentos delicados y difíciles, como es natural en este torneo tan importante y que se vive tan intensamente, pero ni en esos momentos han perdido las formas, ni han perdido la sonrisa ni han aceptado de manera indecorosa la derrota, como digo, únicamente se puede estar orgullosos de ellos y de que nos representen.
El campeonato de este año ha sido de una intensidad importante en todos los sentidos y, sobretodo, ha tenido a unos niños/as que lo han dejado todo en el tablero, han competido a gran nivel, con una actitud extraordinaria, con unas ganas y con un corazón enormes, lo que da más mérito a los éxitos conseguidos y pone en valor a todos los que se han quedado cerca de los puestos de honor; la competición ha sido especialmente dura este año y muchos se han quedado sin el merecido premio que por esfuerzo, intensidad, trabajo y ganas se merecían. La competición también tiene una cara muy ingrata y cruel que, lamentablemente, todos hemos conocido alguna vez.
La categoría Sub-8 abrió el camino de los éxitos malagueños por todo lo alto, Pablo Guirado Lara del Club Ajedrez Victoria, se proclamó Campeón de Andalucía Sub-8, con total y absoluta autoridad, invicto con 8 puntos de 8 posibles, revalidando su victoria conseguida el año pasado y dando muestras de una evolución y un desarrollo en su juego verdaderamente impresionantes. Jugó extraordinariamente bien todas las partidas y en los momentos más difíciles, que los tuvo, supo mantener la calma necesaria, buscar soluciones óptimas y encontrar los planes adecuados para el buen fin de sus piezas. Victoria incontestable que no puede sino reforzarlo y animarlo de cara al próximo campeonato de España. No fue menos impresionante ni menos importante el papel que hizo María González Serret, del Club de Ajedrez Villa de Estepona, al proclamarse Campeona de Andalucía Sub-8, la evolución de esta jugadora ha sido meteórica desde el año pasado, pero además acompaña esa progresión ajedrecística con una actitud ante cada partida digna de elogio, muy seria, muy concentrada, pendiente a todos los detalles y siempre buscando y encontrando los mejores planes, cualidades muy importantes en cualquier ajedrecista pero que en un Sub-8 son complicadas de ver, con ella me vais a permitir que me pueda el cariño porque compartimos el momento, para mí, más bonito de todo el campeonato, no sólo es que María haya sido campeona con total merecimiento, además es de mi club, hija de unos buenos amigos y sobrina de uno de los mejores amigos que me ha dado la vida; nada más terminar la última partida, con victoria, acudió corriendo a darme un abrazo enorme, que ya no me lo quita nadie. La escena era para vernos a los dos: ella llorando de alegría de saberse campeona de Andalucía y yo de la emoción por estar allí con ella compartiendo ese momento, tanto es así que le pedí a un amigo que la subiera con los padres porque me daba vergüenza que me vieran llorando, desde aquí quiero agradecerle a María no solo ese momento sí no lo gran deportista que es. El resto de deportistas malagueños en esta categoría también compitieron con gran determinación, compromiso, actitud y deportividad, Álvaro Coca Majaron del Club Chaturanga de Ajedrez, apuntad este nombre que va a dar que hablar seguro, Martín Domínguez Hlebovich, del Club Deportivo Tarmina, Leo Rodríguez Amores, del Club Ajedrez Estepona, Noa Gael Esteban Preda, del Club Ajedrez la Axarquía, Jesús Guirado Lara, del Club Ajedrez Victoria, Pedro Navarro Carmona, del Club de Ajedrez Táctica y Estrategia y las auténticas revelaciones del torneo los hermanos Joaquín y Salvador Valadez Cervantes, del Club de Ajedrez Villa de Estepona, cumplieron todos con el objetivo de competir, disfrutar y aprender de esta experiencia. Estamos muy orgullosos de ellos.
Después del camino abierto por los más pequeños, la categoría Sub-10 no podía ser menos y en ella las jugadoras malagueñas dieron un auténtico espectáculo, Anna Pabón Hermann, del Club Ajedrez Coín, debutante en la categoría, se proclamó Campeona de Andalucía Sub-10, pisando fuerte y demostrando que su progresión también está siendo verdaderamente buena, lo destacable de esta jugadora es que siempre es fiel a su estilo vivo y dinámico, sin duda nos va a seguir dando muchas alegrías. Acompañando a Anna estuvo Sara María Barea Gómez, del Club de Ajedrez Villa de Estepona, como subcampeona de Andalucía Sub-10, mejorando el tercer puesto conseguido el año pasado, demostrando una gran madurez en su juego y recogiendo los frutos de todo el gran trabajo que viene haciendo a lo largo del año. Y para completar el pódium y el festival femenino malagueño en esta categoría Alba Perea Fruet, del Club de Ajedrez El Caballo, se subió al cajón del tercer puesto de la categoría, completando un torneo extraordinario y una foto con tres mujeres malagueñas en lo más alto que, sin duda, va a pasar a la historia. Esta fue la cara en este torneo, la cruz en esta categoría se la llevó, sin ningún tipo de duda, David Galiano Puertas, del Club de Ajedrez Villa de Estepona, deportista con mayúsculas al que en esta ocasión la suerte le fue muy esquiva, porque eso es lo único que le faltó. Actitud, tesón, ganas, ilusión, esfuerzo y gran ajedrez fueron sus argumentos y no debe abandonarlos porque tarde o temprano le saldrá cara y conseguirá los éxitos que realmente merece, estoy convencido de ello. Casi lo mismo que lo dicho a David, puede aplicarse a David Mora Ortega, del Club Ajedrez Miraflores, competidor incansable, que también obtuvo poca recompensa para el gran trabajo que hizo durante todo el torneo, eso sí, a los reyes magos que no se le ocurra pedirle un reloj este año, por favor. Martin Otero Ramírez, del Club de Ajedrez Benalmádena, hizo una primera parte de campeonato simplemente espectacular con 4,5 puntos de 5 posibles, la última parte se le hizo más cuesta arriba, pero eso no empaña lo más mínimo el gran torneo que ha hecho y lo mismo se le puede aplicar también a Rafael Gasparyan, del Club Ajedrez Estepona, que se marcó un torneo extraordinario, sólo perdió una partida, combatiendo, peleando y desarrollando un ajedrez de gran calidad. Hugo Santos Sánchez, del Club Ajedrez Coín, para mi, fue el otro gran competidor de esta categoría, perdió sólo dos partidas y las dos las perdió peleando hasta el último segundo, la fe que tiene en sí mismo este deportista es digna de elogio y el ajedrez que propone es de mucho nivel, gran trabajo el que está haciendo y pronto dará sus frutos también. David Pabón Hermann, del Club Ajedrez Coín, fue de más a menos en el torneo, al final se le hizo bastante largo, eso sí, su partida contra Diego Pérez fue de las mejores del torneo, su clasificación final no hace justicia al buen jugador que es. Rodrigo Álvarez Fernández, del Club Ajedrez El Caballo, también hizo mejor torneo del que muestra su posición final, jugó a buen nivel todas las partidas y la prueba de ello está en que únicamente fue derrotado por jugadores malagueños, lo que es una clara muestra de lo bien que lo hizo. Daniel Kats y Marcos Otero Porcel, ambos del Club Ajedrez Estepona, fueron todo pundonor, lucha y una actitud extraordinaria, no perdieron ellos ninguna partida, se las tuvieron que ganar y las vendieron bien caras todas, mucho futuro hay en estos jugadores. Emma Bueno Hoyos, del Club Tebeño de Ajedrez Anatoli Kárpov, simplemente decir que es maravillosa, sin duda ninguna fue la sonrisa del torneo, una niña con una alegría y felicidad enormes que además tiene la virtud de transmitirlas a quienes le rodean. No la vi perder la sonrisa nunca, no la vi contrariada nunca, conversó y ayudó a sus compañeros de torneo cada vez que tuvo ocasión y disfruto del torneo y de la experiencia desde la primera a la última ronda. Y termino la crónica de la categoría Sub-10 con nuestro verso libre en la expedición, Uriel Sarrias Granados, del Club Ajedrez Miraflores, jugador que entiende y juega al ajedrez porque le gusta y le divierte mucho, dos cosas muy importantes porque son dos pilares básicos de cualquier deporte; a veces nos centramos en exceso en el componente competitivo del deporte y olvidamos que el deporte, como tal y fundamentalmente, está para divertirse y pasarlo bien; y otra cosa no, pero las partidas del bueno del Uriel son divertidas, el resultado es lo de menos. Así que desde aquí decirle que me lo he pasado muy bien viendo sus partidas y que, por favor, siga siendo nuestro verso libre porque lo mismo terminamos aprendiendo algunas cosas importantes de él.
El torneo de la categoría Sub-12 fue un torneo especialmente duro y complicado en el que nuevamente las jugadoras malagueñas fueron las protagonistas, Marta Camacho Valadez, del Club Ajedrez Estepona, se proclamó Campeona de Andalucía Sub-12, desplegando un juego muy alegre, como es ella, acompañado de una capacidad de esfuerzo y sacrificio verdaderamente admirables, campeona con total merecimiento por el gran trabajo y el gran ajedrez que hizo durante todo el torneo. Acompañando a Marta en los puestos de honor estuvo Carmen Jiménez López, del Club Ajedrez El Caballo, como subcampeona de Andalucía Sub-12, conseguido también a base de gran trabajo y de tesón en cada partida, no la vi bajar los brazos en ningún momento, ni la vi perder la confianza en sí misma tampoco, subcampeonato conseguido a base de carácter y, por supuesto, de buen ajedrez que tiene y mucho. El jugador malagueño más destacado en este torneo fue Eric Loriente Galiano, de Ajedrez Metro Club, octavo en la clasificación final con 6 puntos conseguidos a sangre y fuego; sólo perdió una partida en todo el torneo lo que es un claro ejemplo de lo realmente dura que fue esta categoría, se mantuvo en todo momento en los puestos de cabeza y hasta el final tuvo opciones de lograr una clasificación mejor que, indudablemente, merecía. Sí en la categoría Sub-10 hubo jugadores a los que la suerte no sonrió, en esta categoría hubo un jugador al que el demonio de la mala suerte lo agarró con sus garras bien fuerte, “Iron Man” Marcos Reque García, del Marbella Chess Club, sufrió como nadie la cara más cruel de la competición, lo que le pasó y lo que vivimos él y yo en esa última partida del torneo creo que no lo vamos a olvidar nunca. Marcos es un jugador y un competidor excepcional y además todo un ejemplo de deportista, en esa maldita última partida su rival, en un gesto también muy deportivo, le pidió perdón porque reconocía que su victoria fue totalmente fortuita. Marcos respondió tendiéndole la mano en señal de agradecimiento y de amistad, ningún reproche salió de él, ningún mal gesto hizo en ningún momento. Lo que vino después ya se queda entre él y yo. Danilo Fernández Cruz, del Club Ajedrez Coín, también sufrió como nadie la dureza de esta categoría; mira que juega bien este chico al ajedrez y que tiene unas ideas buenísimas, debe estar muy contento y orgulloso del campeonato que ha hecho. Paula Álvarez Castro, del Club de Ajedrez Benalmádena, jugó con ese estilo tan alegre y sin complejos que solo ella tiene, compitió verdaderamente bien, siempre muy animada y con actitud excelente. Eva Flores Pavón, del Club Ajedrez Estepona, completó un campeonato muy brillante, me gustó mucho su actitud y su forma de encarar cada partida. Mario Alarcón González, del Club de Ajedrez Táctica y Estrategia, hizo un torneo mayúsculo, prueba de ello es que partía en el ranking inicial en el puesto 36 y terminó el torneo en el 23, poco más que añadir, gran futuro el que tiene por delante sí sigue trabajando así. José Antonio Castillero López, del Club Tebeño de Ajedrez Anatoli Kárpov, fue más regular en su juego de lo que su clasificación muestra, no perdió la cara en ninguna partida, tres tablas así lo demuestran, también debe estar muy contento y orgulloso del campeonato que ha hecho. A Narek Gaitán Galstyan, del Club Ajedrez Miraflores, se le quedó el torneo pequeño, empezó regular y con muchas dudas, pero se mantuvo firme y confiando en sí mismo hasta que arranco y ya no hubo quien lo parara, 4,5 puntos en las últimas 5 partidas, ahí está la marca. Hugo Vicent Tackmann, del Club de Ajedrez Benalmádena, es un jugador de los que gusta ver por su actitud, cada partida la afrontó con decisión y muchas ganas, otro ejemplo más de que el trabajo que hace le terminará dando sus buenos frutos. José Manuel Márquez Gálvez, del Club Ajedrez Estepona y Nicolás Lamas Jiménez, del Club Chaturanga de Ajedrez, llevaron vidas paralelas durante todo el torneo, pagaron su irregularidad en la primera parte y terminaron ganando las dos últimas, gestionaron muy bien el factor cansancio y demostraron que su ajedrez es mucho mejor del que la clasificación final muestra. A Liana Romero Villanueva, del Ajedrez Metro Club, directamente se le cruzó el torneo y no hubo forma de poder remontar, la segunda mitad de la competición se le puso muy cuesta arriba, eso sí, aquí tenemos a una jugadora con mucho futuro.
Sí la anterior categoría Sub-12 fue un torneo muy duro, la categoría Sub 14, sin duda ninguna, fue la más exigente de todas, la mejor prueba de ello es que dos auténticos gladiadores del tablero como son Samuel Sánchez Morales y Federico Perea Fruet, del Club Ajedrez El Caballo, los dos primeros malagueños de la clasificación, a los que conozco bien desde hace algunos años y a los que nunca se les puede pedir más porque lo dan todo en cada partida, quedaron décimo tercero y décimo cuarto, respectivamente, en la clasificación final. Yo siempre digo que la justicia del torneo termina poniendo a todos en el sitio que merecen, pero en este caso me equivoco, porque ellos dos, como digo, en entrega, intensidad, pundonor y ganas son dos auténticos ejemplos a seguir. También tuvimos alegrías en esta categoría, y como no, de la mano de las mujeres malagueñas, Ada Ángela Hernández Téllez, del Club de Ajedrez Benalmádena, se alzó hasta el tercer puesto de la clasificación femenina, dejando huella del gran ajedrez que desarrolla en cada partida, dando una lección de pundonor, (porque antes de empezar el torneo ya lo tenía cuesta arriba), y demostrando lo excelente jugadora de ajedrez que es. Empatada a puntos con Ada y, por tanto, muy cerca de los puestos de honor se quedó Remedios Sofia Maldonado Mena, del Club Ajedrez Villa de Estepona, como siempre muy regular, segura y elegante en su juego, por ponerle un pero, sí sacará más el hacha a pasear no se sí ganaría más partidas, pero mas divertidas seguro que serían. En cualquier caso, es una delicia verla jugar por la concepción fina y elegante que tiene de nuestro deporte. Jacobo Villanueva Bartolomé, del Club Ajedrez Balcón de Europa, es un excelente jugador de ajedrez pero por momentos parece que es su peor enemigo; verdaderamente jugó muy bien todo el torneo contra rivales, en teoría, más fuertes que él, pero no supo encontrar la regularidad que necesitaba. Ese es el camino, sin duda. Yago Otero Porcel, del Club Ajedrez Estepona, hizo una parte central de campeonato simplemente espectacular, ganó cinco partidas seguidas, entre ellas una a Federico Perea Fruet, en lo que fue la partida más dura y disputada de todo el torneo, menudos dos guerreros se juntaron ahí; solo le faltó rematar su submarino ganando en la última, en cualquier caso, es para estar muy orgulloso del torneo que ha hecho. Alberto Román Verdier, del Club Ajedrez Miraflores, es otra definición de lo que es esta categoría actualmente, aquí cada punto se suda, se trabaja y se consigue poniendo mucho tesón, mucha guerra y mucho ajedrez en cada partida; cuatro tablas seguidas parece que empañaron su torneo, pero nada más lejos de la realidad, torneo excelente el que hizo y que le debe reforzar de cara a los siguientes. Kyran Rodríguez Dogmoch, del Marbella Chess Club, es un tipo y un jugador al que yo no conocía y tengo que decir que a mí, particularmente, me ha ganado: persona tranquila, sosegada, que pone pausa a todo lo que hace; su juego es consecuencia de su personalidad: con mesura, seguro, no realiza grandes planes pero los lleva a cabo con seguridad, poco a poco, muy atento a las jugadas intermedias y convencido de todo lo que hace. Como digo todo un descubrimiento para mi este año, al que espero ver más y espero que siga progresando siendo fiel a su estilo. Pablo Wenceslao Moncada Palenzuela, del Club Ajedrez Estepona, es un nuevo ejemplo de que en esta categoría las tablas penalizan mucho, únicamente perdió dos partidas, las otras seis ganadas o tablas, y eso que en la mayoría de ellas se enfrentó a rivales de mayor entidad. Muy buena progresión la que está teniendo este jugador. Asier de Abrisqueta Betancourt, del Club Ajedrez Miraflores, atravesó por un bache a mitad del torneo que le condenó en la clasificación y anímicamente, aun así se repuso con entereza y acabó la competición puntuando en las dos últimas rondas. Un torneo “más flojo” no debe socavar su confianza en sí mismo ni su capacidad para desarrollar buen ajedrez, que lo tiene. Abidin Hamadi Mohamed, del Club Ajedrez Estepona y Jorge Villalba Rosas, del Club Ajedrez Miraflores, simplemente no tuvieron su torneo. Los vi jugar con intensidad, con mucha concentración y una actitud excelente a los dos, pero no supieron encontrar los mejores caminos esta vez; A seguir trabajando, progresando y evolucionando. El año que viene será otra historia muy distinta. Y a Celia Bueno Hoyos, del Club Tebeño de Ajedrez Anatoli Kárpov, la verdad no sé muy bien qué decirle porque ya hablamos mucho durante el torneo. Lleva y tiene mucho más ajedrez dentro del que ha sacado en este campeonato, tiene la virtud de que el ajedrez le gusta mucho, la suficiente personalidad y el carácter, (que los ha sacado) para reponerse a situaciones adversas y, sobretodo, tiene un enorme camino por delante para avanzar y desarrollar su ajedrez, está trabajando muy bien y esa es la senda que ha de seguir para alcanzar las metas que ella se quiera proponer.
Y llegamos a la categoría Sub-16, que no es que sea la de mayor edad y la de mayor nivel ajedrecístico de todas, es que en el ranking inicial había siete jugadores por encima de los 2000 puntos ELO, casi todos malagueños, y en la que competían 14 jugadores de nuestra provincia que, prácticamente todos, podían y se han merecido ser campeones o estar en los puestos de honor del torneo. Con estos mimbres, a este torneo yo lo denomine “territorio Málaga”, el éxito en esta categoría estaba casi asegurado y, por supuesto, los nuestros no defraudaron. Lorenzo Perea Fruet, del Club Ajedrez El Caballo, se proclamó Campeón de Andalucía Sub-16, con 7,5 puntos de 8 posibles, desarrollando un ajedrez de un grandísimo nivel y demostrando el jugador total que es. Victoria sin ningún tipo de discusión porque fue el mejor desde el principio al final del torneo. Y, como no, las mujeres malagueñas volvieron a estar en lo más alto, Catalina Colloridi, del Ajedrez Metro Club, la única mujer malagueña en esta categoría y debutante en ella, se proclamó Campeona de Andalucía Sub-16, con un juego muy fiel a su estilo, con gran personalidad y con una capacidad de sacrificio y esfuerzo encomiables. La regularidad de esta jugadora es impresionante, muchos años son ya los que lleva compitiendo a gran nivel y siempre en los puestos de honor, sin duda un valor seguro, que lo seguirá siendo. Completando los éxitos malagueños en esta categoría está Alejandro Gómez Arce, del Club Ajedrez Benalmádena, que se alzó hasta el tercer puesto, haciendo bueno todo el gran trabajo que estuvo haciendo durante todo el torneo, demostrando una vez más el buen jugador que es. De Jesús Sarrias Granados, del Club Ajedrez Miraflores, sigo manteniendo que tenía como objetivo este año provocarme un infarto de miocardio, broma aparte, el torneo que ha hecho este jugador ha sido impresionante, quinto clasificado con 6 puntos de 8 posibles, jugando a un nivel altísimo y con unos planteamientos realmente espectaculares. Hacía mucho tiempo que no encontraba a un jugador con la imaginación y con la capacidad para desarrollar planes tan originales que tiene Jesús, lo he disfrutado y lo he sufrido mucho con él este año. Sigue así, compañero, porque tienes un futuro muy bonito por delante. Víctor García Fernández, del Club Ajedrez El Caballo, es otra definición de jugador total como Lorenzo y, además, es el mejor mecánico de sí mismo porque sabe muy bien en todo momento lo que tiene que hacer y cómo. Jugador con una inteligencia y una madurez que ya las quisiera yo para mí. Quedó muy cerca de los puestos de honor y peleó por estar ahí con ahínco y decisión. Muy contento y orgulloso estoy de su torneo y, sobretodo, de su deportividad, buena educación y cordialidad. Daniel Casado Torres, del Ajedrez Metro Club, es otro trabajador incansable del tablero, con una calidad, una capacidad de esfuerzo, una mentalidad y una nobleza fuera de serie. Enorme el torneo que ha hecho también. Juan Alberto Gómez Aguirre, del Club Ajedrez Coín, no hizo el mejor torneo que le he visto, tal vez no le ha cogido en el mejor momento del año, eso sí, nadie puede negar que no sea fiel a su estilo: dinámico, rápido, preciso, utilizando siempre que puede esa enorme capacidad de cálculo que tiene y sin especular lo más mínimo con el resultado; aplicando la primera ley de Steinitz a rajatabla, es decir, sí se puede sacar el hacha a pasear, se saca y que sea lo que dios quiera. Espero poder volver a compartir muchos momentos y muchos torneos con él porque, al menos por mi parte, aquí ya tiene a un amigo. Dominic Colloridi, del Ajedrez Metro Club, es otro jugador con una calidad impresionante y lo ha demostrado durante todo el torneo, 5 puntos de 8 posibles en un torneo tan durísimo como este así lo avalan. Jugó con gran concentración, gran confianza en sí mismo y en su juego y, ante el pequeño consejo que le di, procedió a aplicarlo con gran inteligencia por su parte. Simplemente un grandísimo deportista. A Darío Arce González, del Club Ajedrez Balcón de Europa, podríamos pasar a llamarlo el Tigrán Petrosián de Málaga; directamente me encanto su juego, lo fiel que es a ese estilo, lo bien lo que desarrolla y aplica en el tablero. No le salieron las cosas del todo bien ni como se merece, pero aun así compitió a un nivel excelente siempre en los puestos de cabeza. Daniel Gaspar López, del Club Ajedrez Coín, siempre es un valor seguro. Jugador con unas ideas, una constancia y un concepto del ajedrez muy claros, perspicaz y dinámico, a lo que le ha añadido una capacidad de sacrificio importante. Torneo de mucho mérito, debutando en la categoría y mejorando su ranking inicial. Adrián Sánchez Pérez, del Club de Ajedrez Táctica y Estrategia, fue la gran revelación de este torneo sin ningún tipo de duda. Persona alegre, cordial y muy simpática que cuando se pone enfrente del tablero se transforma y se vuelve todo concentración, seriedad y buenas ideas, partía en el ranking inicial del puesto 57 y terminó el 23 por méritos propios y porque jugó un ajedrez impresionante de bueno. Gran descubrimiento y gran jugador el que tenemos aquí. Roberto Gómez Salva, del Club Ajedrez El Caballo, ya lo conocemos y sabemos de la enorme calidad que tiene, pero esta vez fue víctima de sí mismo en momentos muy puntuales que le condenaron en cierta forma. Otro ejemplo más de jugador que hizo mucha mejor competición de lo que la clasificación final muestra. A Saul Romero Soler, del Club Ajedrez El Caballo, solo decirle que lo necesitamos y lo voy a echar mucho de menos. Jugador con una perspicacia increíble, no exenta de trabajo y buen hacer, necesario en este ajedrez de hoy en día porque siempre está muy vivo y muy pendiente a la oportunidad que se le pueda presentar. He disfrutado mucho con sus partidas y con sus ideas más “canallas” y, como siempre en él, con un sentido del compañerismo y deportividad dignos de elogio. Y por último, pero no por ello menos importante, Alberto Reque García, del Marbella Chess Club, al que se le hizo el torneo un poco largo, tal vez el cansancio le hizo demasiada mella al final, pero que no empaña para nada su buen torneo, nunca se vino abajo ni le perdió la cara a la competición en ningún momento, estoy convencido que el próximo año va a venir con mucha fuerza, con las mismas ganas y a por todas.
Con estos resultados y con este nivel tan extraordinario de todos los deportistas malagueños aún quedaban dos premios en disputa, los prestigiosos premios por Provincias, y como no podía ser de otra manera, Málaga ocupó los puestos de honor en ellos. En la categoría Sub-8-Sub-10-Sub-12, conseguimos el Subcampeonato de Andalucía por Provincias, a un sólo punto de la campeona final Córdoba y en la categoría Sub-14-Sub-16, conseguimos proclamarnos Campeones de Andalucía por Provincias nuevamente, demostrando una vez más que somos la provincia más laureada de Andalucía, que somos la referencia de nuestro deporte y que estamos en vanguardia del ajedrez en Andalucía. Todos estos éxitos no hubieran sido posibles sin el esfuerzo, el trabajo y el buen hacer que todos los monitores, entrenadores y clubes están haciendo por toda la provincia de Málaga, porque como ya expuse al principio de esta crónica, la fórmula del éxito en nuestro deporte no ha cambiado, trabajo, esfuerzo y constancia son los ingredientes para que podamos disfrutar de esta maravillosa realidad que es tener la mejor cantera de ajedrecistas de Andalucía.
No quiero olvidarme tampoco del representante malagueño en el arbitraje de los torneos, Don Juan Francisco Gaspar Ruiz, que realizó su trabajo de manera impecable durante toda la competición.
Para Dariana Cortizo Pantaleón y para mí ha sido un placer y un honor acompañar a todos nuestros deportistas, familiares y amigos en este campeonato y hemos disfrutado con la bonita e increíble experiencia que nos han brindado. Ha sido muy intenso y gratificante vivir, sufrir y disfrutar con ellos cada ronda y cada momento de la competición.
Fernando Postigo Jiménez